sábado, enero 13, 2007

HUIR. (y 2)
Algo grita entre los arboles. Empieza siendo humano pero después se rasga y no lo es en absoluto. Vania se remueve. Sin sonido ni miradas ha conseguido ponernos en claro que el descanso ha acabado. Ciño los correajes del subfusil y reviso el estado de los cargadores. Mi mano afianza la empuñadura de la espada como media docena de veces. Estoy en guardia pero tan famélica que no paro de apretar los dientes.
Debo ir primero. Voy primero. Los arboles son ominosos y espectrales como si tuvieran una segunda corteza tangible que desbordara sus troncos. Es una sensación desconcertante similar a que no estuvieran parando de gritarme. Instintos desatados de los que empiezo a ser consciente me dicen que es justamente eso lo que hacen y que seria sensato hacerles caso. Y lo peor es que de lo que si estoy segura es de que me envuelve el peor de los silencios.
Bueno, al menos se que si en algo soy buena es en acechar y emboscar, pero mierda si no hace siglos que no lo he hecho y que la situación se vuelve confusa cuando en realidad eres la presa y no el cazador. Las ramas y sus puntas me atacan y me arañan pero mi cuerpo recuerda como avanzar sigilosa y con rapidez. Aunque en esta ausencia de sonido tan sobrenatural... Tengo los pelos de la nuca erizados y una espesa sensación me embota los sentidos a cada paso.
Los demás me siguen tan diligentes o mas que yo. Conocen cada parte del lugar y el lugar los reconoce. !Joder que Hago Aquí¡¡
Me repito mis convicciones. El Mal combate al Mal. El Mal es una parte de todo. El Mal con un buen plan puede compensar con Bien al todo. Aunque sea por una razón egoísta. Las reglas no son tan en blanco y en negro como pretendemos engañarnos.
Cojo un puñado de barro del terreno con dos dedos y renuevo las lineas de la Marca sobre mi cara y mis ojos. La huella de la Traición. Mi Convicción.
Cuando le devuelvo la mirada al mundo aparecen las casas. Están tan incrustadas entre las raíces y el ramaje que casi me golpeo con la chapa metálica de sus costados. Su superficie es rugosa, corrugada y fría. Una amalgama de materiales varios sacados de múltiples orígenes pero en construcción ordenada. No es una chabola. Techo aislado y sin filtraciones. Dios sabe como se las ingenian para repeler el frío pero no hay apenas ventanas por las que mirar quizás para eso.
Apoyo el subfusil en mi estomago y lo apunto hacia delante. Es mejor actuar desde lejos. De cerca pueden ...
[Continuara....]